Algunas opiniones inconvenientes sobre incentivar extrínsecamente a los profesores por formarse en herramientas docentes

Ayer participé dando una charla en unas jornadas sobre competencias transversales en la Universitat Politecnica de Valencia. En una de las intervenciones se ha planteado algo parecido a “¿cómo quiere la UPV que sus profesores se formen en desarrollo y evaluación de las competencias transversales si no lo valora y no lo incentiva? ¿Es que quieren que hagamos trabajo extra por amor al arte?

Esta queja no es nueva, porque vengo escuchándola desde hace tiempo y casi podría decir que de manera generalizada (al menos un 30%-50% de los profesores universitarios que conozco han expresado alguna vez un comentario parecido).

Soy consciente de que el rol docente (la interacción con el alumno para fomentar su aprendizaje) o la investigación sobre como aprenden los alumnos los conocimientos específicos de nuestras áreas, son las “hermanas pobres” del sistema actual de acreditación, méritos y progreso en la carrera como  PDI (“Personal docente e INVESTIGADOR”) (por ejemplo podéis leer esta entrada de mi blog: El traje nuevo del investigador). No es una situación que me agrade, ni que comparta. Porque yo opino que, en las universidades públicas españolas somos “Personal DOCENTE e investigador” (podéis mirar Una respuesta más acotada a ¿Cuántas horas de trabajo de profesor debería representar 1 crédito ECTS? )

Pero es una situación derivada del modo que nuestro gobierno ha decidido legislar y ordenar la cuestión universitaria. Las comisiones de la ANECA o de la CNEAI actúan conforme a los reales decretos publicado en el BOE. No es la UPV, ni su Rector, ni sus Vicerrectores los que redactan esos BOEs. Sin embargo. la queja que vertían mis compañeros, no era contra del Gobierno y sus leyes o sobre el modo en que ANECA valora los esfuerzos docentes a la hora de puntuar una acreditación, sino que afirmaban que la UPV no incentiva/valora suficientemente la formación en competencias docentes de su profesorado.

Por como se planteó la cuestión, creo que se refería a las recompensas extrínsecas: principalmente complementos retributivos, o puntos IAD (indice de actividad docente acreditado por la ANECA dentro del programa DOCENTIA) o descarga de POD (horas de clase que debes dar en cada curso académico).

Y más concretamente sobre qué va a hacer la UPV para motivar (extrínsecamente) a sus profesores para que se capaciten para poder participar adecuadamente en el proyecto institucional de desarrollo y evaluación de las Competencias Transversales de sus estudiantes de grado y máster (puesto que se consideran poco formados para ello).

Os voy a contar una anécdota que no tiene que ver con formación docente, sino con investigación, pero puede servir para reflexionar sobre la cuestión que se planteó. Hace 3 semanas acudí a un curso en Granada para aprender a usar un software muy específico de análisis multivariante, que necesito para una investigación que estoy realizando en el contexto de un proyecto con financiación competitiva y resulta que:

  • Nadie me ha valorado el esfuerzo de estar trabajando 12 horas cada día durante tres días seguido (y al volver, seguir con mi jornada laboral normal en la UPV)
  • Ni tampoco me valorará nadie el coste de desplazarme hasta Granada, ni me van a pagar un complemento retributivo por ello
  • La ANECA no me dará puntos para acreditación por haber asistido a este curso
  • La CNEAI no me va a dar puntos para sexenio por esto
  • La UPV no me dará puntos de IAI (índice de actividad de investigación del programa DOCENTIA) por haber asistido a este curso
  • La comisión que valora los informes anuales del proyecto que tengo en curso, no va a darme puntos por esto. Ni siquiera me han dado dinero para esto, a pesar de necesitarlo para la investigación (lo he pagado con otros presupuestos personales… por suerte no lo he tenido que pagar de mi bolsillo, que en otras ocasiones si que he tenido que hacerlo).

Resumiendo, me ha costado un esfuerzo y nadie me lo valora… ¿por qué lo he hecho?

Porque lo necesito para hacer bien mi trabajo de investigación (incluso aunque los fondos del proyecto no puedan pagar esta formación). Y su efecto se verá cuando publique algún artículo con el uso de esta herramienta (Esos artículos si que me darán puntos en ANECA, CNEAI, IAI, etc)

De manera análoga ¿por qué hacer un curso de formación pedagógica para saber como desarrollar o evaluar competencias transversales en mis alumnos? Yo tengo clara mi respuesta a nivel personal:

  • Lo tengo que hacer porque lo necesito para ser un buen profesional docente y punto

No lo hago por “amor al arte”, a mi me pagan cada mes por ser un buen DOCENTE. Mi trabajo (ése por el que me pagan) es que mis alumnos aprendan más y/o mejor. Como resulta que mi universidad tiene un compromiso (explicitado en las memorias de verificación y en los sellos de calidad ACREDITA y ACREDITA-PLUS) en trabajar las Competencias Transversales,  no es algo que yo pueda decidir si quiero hacerlo o no. Es parte de mis obligaciones contractuales, porque están en el contrato-programa y yo no tengo libertad para impartir la docencia que me “de la gana”. Tengo libertad de cátedra para elegir el mejor modo de administrar la docencia para que mis estudiantes superen los objetivos de aprendizaje/competencias que el Centro tiene asignadas a mi asignatura.

Si, además, tengo la enorme suerte de que:

  • Me dan unos puntos IAD (indice de actividad docente acreditado por la ANECA dentro del programa DOCENTIA), aunque sean poquitos o ninguno porque ya haya saturado esa categoría.
  • Forma parte (aunque mínima y con poca influencia) de una bolsa de incentivo económico a final de año
  • No me cuesta un duro asistir a la formación
  • La formación es útil y me ayuda a ser más eficaz y eficiente como docente
  • Lo hago en mi propio centro de trabajo y en horario laboral…

¿No es suficiente y está razonablemente incentivado extrínsecamente?  Yo no opino sí.

Creo  que la Universitat Politècnica de València tiene un compromiso indudable y contrastado durante años para fomentar la capacitación de su PDi como docentes. También lo tiene en valorar el buen trabajo docente de las personas de la institución. Por supuesto que siempre se pueden cambiar cosas y pulir detalles. Por ejemplo el IAD tiene cosas mejorables (retirar la saturación de las categorias -o al menos elevar muchísimo más los niveles actuales con los que se saturan-, no contempla determinadas tareas que debería contemplar, hay cosas que se puntúan muy poco respecto al impacto que tienen o el esfuerzo que suponen o el alineamiento con las prioridades estratégicas de la institución, etc.),  pero no puedo negar que hay un gran trabajo de base.

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