De momento son opiniones personales. Quizás en el futuro pueda hacer estas afirmaciones basadas en evidencias.
Creo que un sistema de incentivos monetarios debe ser como mínimo: sencillo, transparente y reversible (poder desactivarlo cuando descubres que no está cumpliendo su finalidad o incluso perjudicando a la organización).
Aunque se pueda creer (erróneamente) que los incentivos monetarios puedan lograr implicación (vigor, dedicación, absorción) o compromiso de las personas trabajadoras. Yo creo que no sirven ni para aumentar la implicación (que está vinculada a recompensas/motivación intrínseca), ni para el compromiso afectivo con la organización. Como mucho, ayudan a lograr compromiso normativo (y no creo que sean la palanca principal). Pero, sin duda, ayudan a lograr compromiso de continuidad (pero creo que este tipo de compromiso no aportan, al revés, entorpece el desempeño).
#RRHH #salario #complementos #motivación
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