Mi modelo de aprendizaje fluctúa entre EPLEDRE (denostado por Ahrens (2020) y muchos promotores de 2ndbrain) y zettlekasten/2ndbrain. En ambos casos, todas las etapas del proceso se pueden hacer íntegramente con IAgen, incluso se pueden hacer muy bien (quizás sin diferencias en resultado respecto a un humano o superando a un humano -por supuesto son imbatibles en tiempo, lo que a un humano le puede costar meses o años, lo tienes en minutos con IAgen-. Pero no aprendo lo mismo consumiendo que creando.
Cuando trabajo manualmente, cada fragmento de información debe ser leído varias veces. Una cuando los subrayo, otra cuando lo posiciono en el diagrama de afinidad, otra cuando lo codifico y otra cuando lo tengo agrupado por códigos para escritura productiva. Estos 3-4 impactos (como mínimo) hacen que recuerde las cosa (o al menos aumente la probabilidad de que las recuerde), también me dan 4 oportunidades para conectar esa información con ideas, preguntas o intereses. Si tengo métodos abreviados que me automatizan alguno de estos 4 pasos, ahorro tiempo, pero seguramente perderé aprendizaje (o aprenderé de otra forma que no se si será igual de profunda o más superficial).
Se me ha ocurrido (no se si con acierto o no), que cuando uso IAgen, estoy haciendo un aprendizaje que podría parecerse a la observación, mientras que si lo hago manualmente es “learning by doing”. Esto me da la oportunidad de intuir que puede pasar en mi aprendizaje aprovechando el conocimiento científico que ya existe sobre estos dos tipos de aprendizaje.
El aprendizaje basado en la práctica (learning by doing) y el aprendizaje por observación (observational learning) se han demostrado efectivos para mejorar el aprendizaje. Pero es posible que no se manifiesten los mismos resultados de aprendizaje, o no con la misma intensidad, con uno y otro. Mientras que “aprender haciendo” permite un aprendizaje experiencial profundo y un desarrollo de habilidades prácticas, “aprender observando” puede centrarse más en la cognición y la asimilación de información a través de la reflexión y el pensamiento crítico.
Estos métodos activan diferentes sistemas cognitivos. Cuando simplemente observamos a alguien hacer algo, nuestro cerebro activa principalmente las neuronas espejo (ubicadas en áreas frontales y parietales) y las zonas visuales, que nos permiten entender lo que vemos pero sin comprometer completamente nuestros sistemas de control. Sin embargo, cuando ejecutamos esas mismas acciones, la cosa es diferente. Para movimientos físicos se activan intensamente la corteza motora (que controla nuestros músculos), el cerebelo (que coordina los movimientos) y los ganglios basales (que automatizan secuencias), además de áreas sensoriales que procesan el tacto y la posición de nuestro cuerpo. Cuando intentamos una accion mental como resolver problemas, la ejecución activa dispara mucho más intensamente la corteza prefrontal (nuestra “zona ejecutiva” que planifica y toma decisiones), áreas de memoria de trabajo en regiones parietales, y el cíngulo anterior (que monitoriza errores y conflictos) que se podría asociar al procesamiento metacognitivo.
Además, durante la observación, la activación cerebral tiende a ser más bilateral y distribuida. Es decir, genera un procesamiento mas general. , mientras que la ejecución fuerza al cerebro a comprometer recursos especializados de cada hemisferio, creando representaciones más específicas y lateralizadas que son más eficientes pero también más especializadas para tipos particulares de tareas.
Un ejemplo, en deporte puedes aprender o interiorizar tácticas o esquemas de juego a partir de visionado de vídeos. Sus ventajas son indudables (hace viable ejercicios que no podrían hacerse en directo por falta de recursos o por condiciones meteorológicas u otras variables de contexto; no agota físicamente, de modo que puedes repetir sesiones sin sobrecargar musculatura; da un punto de vista que es difícil de lograr en el campo; permite parar, pausar, comentar y repetir mucho más flexible que en el campo…). Sin embargo, el impacto en tu forma física es nulo cuando ves un partido y la mejoras cuando juegas uno. De modo que no se aprende lo mismo consumiendo que haciendo.

Referencias
Ahrens, S. (2020). El método zettelkasten [How to Take Smart Notes: One Simple Technique to Boost Writing, Learning and Thinking].
Anderson, J. R. (1982). Acquisition of cognitive skill. Psychological Review, 89(4), 369–406. https://doi.org/10.1037/0033-295X.89.4.369
Reyes, E., Blanco, R. M. F., Doroon, D. R., Limana, J. L., & Torcende, A. M. (2021). Feynman Technique as a Heutagogical Learning Strategy for Independent and Remote Learning. Recoletos Multidisciplinary Research Journal, 9(2), 1–13. https://doi.org/10.32871/rmrj2109.02.06
“Evolucionando el modelo de lectura comprensiva” Weblog entry. Blog de Juan A. Marin-Garcia. ROGLE-Universidad Politécnica de Valencia. Date posted: 20240818 [Date accessed: 20250814]. © 2025 by Marin-Garcia, J.A. is licensed under CC BY-NC-SA 4.0
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💡 ¿Aprender observando o aprender haciendo?
En mi proceso personal de aprendizaje, oscilo entre dos enfoques: métodos manuales como EPLEDRE/zettelkasten/2nd brain y el uso de IA generativa para automatizar. La IA es imbatible en velocidad y a veces en precisión… pero ¿es igual la profundidad del aprendizaje? 🤔
🔍 La clave: cuando hago el trabajo manualmente, cada paso me obliga a interactuar varias veces con la información, lo que multiplica las oportunidades de recordarla y conectar ideas. Con IA, el proceso se parece más a la observación; manualmente, es más learning by doing.
🧠 La ciencia lo respalda:
Aprender haciendo activa áreas cerebrales especializadas, fomenta habilidades prácticas y crea conexiones más profundas.
Aprender observando potencia la reflexión, el pensamiento crítico y la visión global, pero no involucra tanto los sistemas motores y ejecutivos.
🎯 Igual que en el deporte: ver un partido te enseña táctica, pero jugarlo desarrolla tu forma física y tu capacidad de respuesta.