He empezado a leer una entrevista a Hector Ruiz porque el titulo me resultaba extraño. Parecía ir en contra del modo en que a mi me gusta aprender las cosas (que es una derivación del metodo EPLER: Exploración, Preguntar, Lectura, Esquema, Repaso) y que siempre me ha parecido muy efectivo. Luego he visto que el artículo va justo en la linea contraría de lo que parecía (he estado a punto de no leerlo por un titular tan desacertado, y hubiera sido una pena).
Resalto algunas cosa que me gustaría recordar en el futuro:
- leer, copiar, o incluso dibujar o hacer esquemas con «el libro delante» nos da familiaridad con el contenido, no suenan las cosas pero luego no sabemos explicarlas. Lo que es eficaz es hacer el esquema o resumen o contarselo a alguien o hacer una caricatura con lo que recuedas (no mirando el libro), de este modo fijamos los conocimientos
- Hay que «esponjar» el aprendizaje. Dejar reposar, e incluso olvidar cosas accesorias, y volver a los conocimientos o hablidades despues de unos días u horas de descanso. Por ejemplo, solo acabo recordando las cosas de R o Python que he reutilizado tras unas semanas o meses, donde casi he olvidado todo y tengo que retomarlo de nuevo. Recuerdo que un día lo sabía hacer pero no me acuerdo exactamente de todos los detalles. Poco a poco voy consolidando el aprendizaje
- El lenguaje (de todos los tipos, grafico, textual, musical, numérico) es esencial para el aprensizaje. Cuanto mas «vocabulario» manejamos más podemos aprender. Aprendemos conectando información. Si no hay mucha base cuesta más conectar la nueva información
- La memoria es específica. Entrenar uno de sus múltiples «musculos» te ayuda a ser mejor en eso, pero no te sirve para otras funciones. «Hay un experimento de Erikson muy famoso en psicología, sobre un hombre que, a base de practicar, fue capaz de repetir 79 cifras de números seguidos. Pero cuando se le pidió que repitiese una combinación de letras, no pudo»
- La emoción intensa ayuda a la memoria episódica, pero seguramente perjudica a la memoria semántica. La segunda requiere de reflexión, las emocions intensas no ayudan a reflexionar. Quizás esto se conecte de alguna modo con la «inteligencia ejecutiva» de J.A. Marina (resumen aquí) o con los dos modos de pensar que sugiere Kahneman (tengo que revisarlo con calma). Esto implica que tenemos que «reflexionar» muy bien qué buscamos con la «ludificación» en las aulas y hasta donde debemos llegar. Me encanta lo de que «lo importante es que una clase sea interesante, no divertida». Siempre he dicho que si la diversión fuese lo importante estaría perdiendo dinero por no dedicarme al «club de la comedia»
Os dejo un fragmento de la entrevista y el enlace para que la leaís entera si os apetece.
«¿Las emociones ayudan a recordar mejor lo que se aprende en clase?
No exactamente. Recordamos mejor aquellos episodios de intensidad emocional, tanto positiva como negativa, pero extrapolar esto al aprendizaje en la escuela, a que hay que hacer actividades emocionantes para promover aprendizajes más duraderos, es un error. Hay que tener en cuenta que tenemos diversos tipos de memoria, no solo uno. En este caso vamos a hablar de dos. Por un lado tenemos la memoria episódica o autobiográfica, que es aquella que registra los recuerdos de nuestra vida diaria, información asociada a nuestras vivencias, ya sean detalles tan rutinarios como qué cenamos ayer u otros más relevantes, y que sí se ve influenciada por las emociones. Y por otro lado tenemos la memoria semántica, donde está todo lo que sabemos sobre el mundo y que no depende de una experiencia concreta, es decir, no depende de las emociones.
Porque una actividad en clase sea emocionante, no vas a conseguir que los alumnos se acuerden del contenido, sino de lo que pasó en la clase ese día. De hecho, despertar las emociones puede provocar el efecto contrario: que olvides el contenido porque sólo recuerdas las emoción que te despertó. Para que sea eficaz, el aprendizaje semántico requiere de procesos pausados y reflexivos, y las emociones no ayudan a reflexionar. Esto no quiere decir que las emociones no sean importantes para aprender, porque influyen en la motivación, que es un impulso emocional y te lleva a hacer los esfuerzos necesarios para conseguirlo. Pero hay que saber regularlas. Digamos que lo importante es que una clase sea interesante, no divertida, y que los errores no sean vistos como un estigma sino como una parte del aprendizaje.» (https://www.eldiario.es/nidos/hector-ruiz-neuropsicologo-repetir-releer-texto-subrayarlo-esquematizarlo-mirando-apuntes-no-son-tecnicas-eficaces-estudio_128_6644868.html)
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